lunes, 10 de marzo de 2014

Concientización

Los adolescentes y también los jóvenes tienen una gran necesidad de sentirse seguros  del dominio de los movimientos, elemento importante de auto-afirmación.
     
Si nuestros objetivos son educativos, debemos explicar a nuestros alumnos el porqué se realizan determinados movimientos y despertar su capacidad de evaluar por sí mismo su mejoramiento funcional por medio del trabajo sistemático, y de experimentar sus capacidades y sus límites. Es necesario que sepan que esas capacidades y límites pueden ser mejorados por todos y cada uno, y que la capacidad física no es lo más importante, que ser talentoso o hábil no es más que un producto de la herencia, del medio o de factores contingentes.
     
La incorporación de actividades sistemáticas puede adquirir sentido para los alumnos al comprender la finalidad de la ejecución de este tipo de tareas, evitando el aburrimiento y la falta de interés.
     
‘’En esta edad ya no se da generalmente la prontitud de asimilación, pero en lugar de ello existe una actitud más consciente frente a los propios movimientos. Chicos y chicas quieren cómo hay que hacerlo y qué es lo que hacen mal.
     
El alumno tiene que ser informado acerca del objetivo de su práctica. La indicación de dicho objetivo deberá formularse de tal modo que en un momento dado el alumno pueda verificar sus logros o el nivel alcanzado.
     
Nos parece infinitamente más importante crear un ambiente de cordialidad y confianza, en el cual el maestro los oriente hacia la búsqueda de la identidad y la afirmación de la personalidad, por medio de actitudes de cooperación y de responsabilidad compartida, en vez de encausarlos hacia el desarrollo de la ‘’táctica competitiva’’ y el ‘’deseo de ganar’’.

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